La sostenibilidad ya no es solo una moda: es una realidad económica, social y ambiental. Las inversiones con criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) han crecido en los últimos años, y 2025 marca un punto de inflexión en España: hay más opciones, más regulación… y más preguntas.
¿De verdad son rentables? ¿Están sobrevaloradas? ¿Qué riesgos hay? En Finanzas Fáciles te lo contamos claro.
Invertir en sostenibilidad implica poner tu dinero en empresas o productos financieros que tienen un impacto positivo en el medioambiente o la sociedad.
Por ejemplo:
- Fondos que excluyen empresas contaminantes
- Acciones de empresas de energías renovables
- Bonos verdes para financiar proyectos sostenibles
- ETFs con criterios ESG
El objetivo es alinear tus valores con tus inversiones, sin renunciar (en teoría) a la rentabilidad.

Este año, varios factores han impulsado aún más este tipo de inversiones:
- Regulación europea más estricta sobre transparencia (Reglamento SFDR)
- Fondos de pensiones públicos obligados a incluir criterios ESG
- Mayor demanda de inversores jóvenes preocupados por el futuro
- Incentivos fiscales a productos sostenibles (en algunos casos)
En España, se ha multiplicado la oferta de fondos y planes con etiqueta “verde”. Pero no todo lo que brilla es ecológico…
Muchos productos se presentan como “sostenibles” sin serlo realmente. A esto se le llama greenwashing.
💡 Ejemplo: Un fondo invierte un 5 % en renovables y el resto en empresas petroleras, pero se etiqueta como “verde”.
Para evitarlo:
- Lee el folleto del fondo, no solo el nombre.
- Busca sellos oficiales (como el ISR o el Artículo 8/9 según la UE).
- Compara la cartera real del fondo o ETF.

Los más comunes. Seleccionan empresas con buenas prácticas ambientales, laborales y de gobernanza.
Rentabilidad: moderada, diversificada.
Replican índices ESG (como el MSCI World ESG). Bajos costes y alta liquidez.
Emitidos por gobiernos o empresas para financiar proyectos ecológicos. Más estables, menor rentabilidad.
Empresas de energía solar, movilidad eléctrica, gestión de residuos…
Más riesgo, más potencial.
Sí, pero no siempre más que las tradicionales.
En 2022 y 2023 algunos fondos ESG tuvieron peor comportamiento que los clásicos, sobre todo por la caída de tecnológicas “verdes”.
En 2024 y 2025, sin embargo, el sector ha mostrado recuperación. Según Morningstar:
- Los fondos sostenibles en Europa han superado a los tradicionales en un 55 % de los casos.
- La inversión ESG ha sido más estable en momentos de alta volatilidad.
🧠 Recuerda: la rentabilidad sostenible se mide en el largo plazo.

- Alineas tu dinero con tus valores
- Menor exposición a sectores en declive (combustibles fósiles, por ejemplo)
- Acceso a sectores con alto crecimiento (renovables, eficiencia energética)
- Mejores puntuaciones en riesgos no financieros
- Falsos productos sostenibles (greenwashing)
- Rentabilidad variable en función de la regulación y mercados
- Concentración sectorial en algunos fondos (mucha tecnología, poca diversificación)
- Menor cobertura mediática o análisis disponibles en algunos casos

- Infórmate: Busca plataformas como Finect, MyInvestor o Morningstar con filtros ESG.
- Define tu perfil de riesgo: no todo lo “verde” es seguro.
- Diversifica: combina sostenibles con otras inversiones tradicionales.
- Empieza poco a poco: no hace falta mover todo tu dinero de golpe.
- Revisa anualmente: los criterios ESG cambian, y los productos también.
Invertir en sostenibilidad en 2025 es más accesible y tiene sentido si buscas rentabilidad a largo plazo y coherencia con tus valores.
Pero debes estar bien informado, evitar modas vacías y entender en qué estás invirtiendo realmente.
En Finanzas Fáciles te acompañamos paso a paso para que tu dinero no solo crezca, sino que también contribuya a construir el mundo en el que quieres vivir.