Tener más de una cuenta bancaria puede ser muy útil: una para tus gastos del día a día, otra para ahorrar, otra para la hipoteca… Pero si no las gestionas bien, puedes acabar pagando comisiones innecesarias o tener el dinero mal repartido.
En Finanzas Fáciles te ayudamos a entender cómo organizar tus cuentas para ahorrar, evitar sustos y sacar el máximo provecho a tu dinero.
Tener varias cuentas no es raro. De hecho, puede ser una decisión financiera inteligente si lo haces con orden:
- Separar gastos personales y profesionales (autónomos o freelance).
- Tener una cuenta conjunta con tu pareja para gestionar los gastos del hogar.
- Aprovechar las ventajas de distintos bancos (mejores intereses, cashback, menos comisiones).
- Mantener un fondo de emergencia apartado del dinero que usas día a día.
Hasta ahí, todo bien. El problema llega cuando no sabes qué estás pagando, para qué usas cada cuenta o cuánto dinero tienes en cada sitio.
Aunque algunas cuentas sean “sin comisiones”, muchas lo son solo si cumples ciertas condiciones:
- Ingresar una nómina mensual mínima.
- Domiciliar recibos.
- Realizar un número mínimo de compras con tarjeta.
- Contratar productos asociados (seguros, fondos, etc.).
Si no cumples, pueden cobrarte entre 3 y 12 € al mes por cada cuenta, lo que supone hasta 144 € al año por cuenta mal optimizada.

No hay una respuesta única, pero estas combinaciones suelen funcionar bien:
- 1 cuenta corriente para operar a diario
- 1 cuenta de ahorro sin comisiones para apartar dinero
- 1 cuenta individual cada uno
- 1 cuenta conjunta para gastos comunes
- 1 cuenta personal
- 1 cuenta profesional
- 1 cuenta de ahorro para impuestos o emergencias
Consejo: Evita tener cuentas que no usas. Elimina duplicados y centraliza tu operativa.

No te fíes solo del “sin comisiones”. Lee siempre la letra pequeña. Algunas cuentas sin coste:
- Sin comisiones si ingresas al menos 700 €/mes
- Tarjetas gratis y transferencias inmediatas
- Posibilidad de tener una cuenta secundaria sin coste
- Sin comisiones ni condiciones
- Puedes abrir subcuentas para distintos objetivos
- Cuenta corriente y de ahorro en un solo producto
- Sin comisiones ni requisitos

Tener varias cuentas puede ayudarte a automatizar tus finanzas personales. Por ejemplo:
- Transferencia automática mensual desde tu cuenta principal a la de ahorro.
- Domiciliar solo ciertos recibos en una cuenta concreta para llevar control.
- Usar una cuenta exclusivamente para ocio o compras online, con límite mensual.
Esto evita gastar más de la cuenta y te da una mejor visibilidad de tus hábitos.
- Tener dinero repartido sin sentido: 100 € en una cuenta, 200 € en otra, etc. Junta lo que no necesitas separado.
- Mantener cuentas con comisiones que no usas. Si no las necesitas, ciérralas.
- No actualizar tus datos o condiciones. A veces los bancos cambian sus políticas y tú ni te enteras.
- Domiciliar recibos en varias cuentas sin organización: te puedes quedar en descubierto sin darte cuenta.

Suma todos estos elementos en un Excel o app de finanzas:
- Comisiones mensuales o anuales
- Coste de tarjetas asociadas
- Penalizaciones por descubierto
- Pérdida de beneficios por no cumplir condiciones
Y compáralo con el valor que te da esa cuenta. ¿Lo necesitas? ¿O puedes migrar a otra opción sin comisiones?
Tener varias cuentas bancarias no es un problema si sabes para qué usas cada una. De hecho, puede ser una estrategia inteligente para ahorrar más, tener orden y evitar sustos.
Pero si no las gestionas bien, puedes acabar pagando por duplicado, perdiendo beneficios o incluso olvidando dinero en una cuenta inactiva.
Organiza, automatiza y simplifica. Tus finanzas te lo agradecerán.