Cómo empezar con buen pie tu futuro económico
Ser joven y tener el control de tus finanzas no son conceptos opuestos. Aunque muchos creen que hablar de dinero está reservado para adultos con hipoteca, hijos o empresas, la realidad es que cuanto antes empieces a entender y gestionar tu economía, mejor preparado estarás para todo lo que venga. Y no hablamos solo de ahorrar, sino de tomar decisiones que afectarán positivamente a tu bienestar, independencia y libertad personal.
En Finanzas Fáciles te lo contamos sin rodeos: aquí tienes la guía que nos habría gustado tener a los 18.
Parece básico, pero muchas personas no saben cuánto gastan al mes. El primer paso es tener una visión clara de tus ingresos y gastos.
- Haz un seguimiento mensual (puedes usar apps como Fintonic, Goin o hasta una hoja de Excel).
- Divide tus gastos en esenciales (comida, transporte), variables (ocio, ropa) y ahorros.
- No vivas como si ganaras más de lo que tienes.
👉 Regla 50/30/20: 50 % para necesidades, 30 % para ocio, 20 % para ahorro.

La educación financiera no tiene por qué ser aburrida. Existen cientos de recursos gratuitos y sencillos: desde podcasts hasta TikToks bien hechos.
- Libros como “Padre Rico, Padre Pobre” o “El hombre más rico de Babilonia”.
- Canales de YouTube que explican inversiones, hipotecas o cómo evitar estafas.
- Nuestra sección Diccionario Fácil de Finanzas, ideal si te pierdes con palabras como “TAE”, “interés compuesto” o “fondo indexado”.
Muchos jóvenes abren su primera cuenta con el banco de sus padres, sin saber si hay comisiones, límites o mejores alternativas.
- Busca cuentas sin comisiones ni condiciones.
- Que tengan app móvil intuitiva.
- Evita las tarjetas de crédito al principio si no entiendes cómo funcionan.
- Considera bancos digitales como ING, Revolut, Openbank o N26.

Si estás estudiando, haciendo prácticas o en tu primer trabajo, puede parecer imposible ahorrar. Pero no se trata de la cantidad, sino del hábito.
- Redondeo de compras: cada vez que pagues, guarda la diferencia hasta el euro más cercano.
- Transferencia automática mensual: aunque solo sean 10 €.
- Ahorrar primero, gastar después.
Hazlo divertido: ponle nombre a tus metas (“viaje a Japón”, “PS5”, “primer coche”).

Hay deudas buenas (una hipoteca, una inversión en tu formación) y otras que son trampas (comprar un móvil de 1.000 € a plazos sin necesidad real).
- Evita “compra ahora, paga después” si no tienes un presupuesto firme.
- Aprende a esperar. Lo que hoy parece urgente, mañana igual ya no lo es.
Cuanto antes empieces a invertir, más crecerá tu dinero gracias al interés compuesto. No necesitas miles de euros ni ser un experto en bolsa.
- Entender qué son los fondos indexados.
- Usar apps seguras de microinversión como MyInvestor, Indexa Capital o Finizens.
- Invertir a largo plazo y sin buscar “pelotazos”.
Importante: no te lances a criptomonedas o NFTs sin entender bien los riesgos. La especulación rápida puede acabar muy mal.

Ahorrar sin una meta es como ir al gimnasio sin rutina: lo dejas en dos semanas. Ponte objetivos concretos, alcanzables y con fecha.
Ejemplos:
- 200 € para unas vacaciones en septiembre.
- 1.000 € para mudarte solo en un año.
- Fondo de emergencia de 500 € en seis meses.
El mundo digital está lleno de gurús, criptobros y estafas disfrazadas de “oportunidades”. Desconfía de quien te prometa dinero rápido.
- Si algo suena demasiado bueno para ser cierto, probablemente lo sea.
- Infórmate antes de dar tus datos o dinero a cualquier plataforma.
- No inviertas lo que no estés dispuesto a perder.

Aunque no estés haciendo la declaración todavía, entender cómo funcionan los impuestos, tu nómina o un contrato de alquiler te evitará más de un disgusto.
Conceptos que debes tener claros:
- Qué es el IRPF y cuánto te retienen.
- Cómo leer una nómina.
- Qué firmar (y qué no) en un contrato laboral o de alquiler.
Tener 18, 20 o 25 años no te exime de pensar en tu dinero. De hecho, es el mejor momento para aprender, equivocarte poco y coger buenos hábitos. No se trata de vivir obsesionado por cada céntimo, sino de tener control, claridad y confianza en tus decisiones económicas.
En Finanzas Fáciles, creemos que una buena educación financiera debería enseñarse desde el instituto. Pero como eso aún no pasa… aquí estamos nosotros. Paso a paso, con lenguaje claro y herramientas reales para gente real.